martes, 16 de septiembre de 2014

No nos damos cuenta

Como la ilusión de la mirada de un niño que con el paso de los años va desapareciendo mientras vive. Esa ilusión que se ve reflejada en sus ojos mientras cree que la vida es aquello que pasa a su alrededor.
Cuando somos más pequeños creemos que el tiempo, la vida, el dinero... todo eso son cosas de mayores. No nos detenemos a pensar que la vida es el tiempo que pasamos; el tiempo que gastamos en cada acción que realizamos; el tiempo que gastamos en jugar, en reír, en dormir, en llorar... no nos damos cuenta que lo que estamos gastando en nuestra vida.
Mientras te vas haciendo mayor en lo único que piensas es en cumplir años uno detrás de otro: ese es el momento más mágico de todo el año. Pero según vas adquiriendo esos años te vas dando cuenta que día a día cumples tus sueños.
Que no vale con decir que ya lo haremos mañana, porque sin darnos cuenta la manecilla del reloj ha seguido rotando sin pararse ni un solo segundo. No nos damos cuenta de que esa es nuestra vida. De que los momentos que estamos viviendo poco a poco nos condicionan en un futuro con nuestras experiencias.
No nos damos cuenta de que estamos en un sitio donde todo es cambiante y que nosotros mismos no somos estáticos, sino que vamos cambiando con el paso de los minutos, de los días, de los años... 
Parece mentira que no nos demos cuenta en el mismo instante, sino que tenga que pasar nuestra vida para darnos cuenta. 
"Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años."

No hay comentarios:

Publicar un comentario