domingo, 14 de julio de 2013

Somos los que somos. Vivimos.

Necesitamos sentir. Si no nos sentimos vivos no podemos vivir. Necesitamos esa dosis que nos haga seguir vivos. En ocasiones esas sensaciones se deben a una situación especial. En otras se dan a acciones realizadas. Otras en recuerdos insustituibles. Otras a personas que realmente son amigas o más que amigas.
Queremos sentir siempre eso pero es imposible ya que si no, no podríamos valorarlo todo. Si no sintiésemos ese vacío en nuestro corazón o un vacío por un abrazo que nunca llega; no podríamos valorar y sentirnos completamente llenos cuando realmente nos pasa. Podemos comparar y decir que estamos llenos de sentimientos, que estamos vivos. Que de aquí no nos mueven.

Voy a enloquecer

Cuando tienes a una persona tan presente en tu vida es aquella que no te puedes quitar de la cabeza. 
Siempre andas dándole vueltas a todas las acciones, intentado sorprender, intentado hacer de cada día único, de cada día el día perfecto.
Seguimos esperando algo siempre cuando en ocasiones tenemos que ser nosotros los que demos esos pasos.
No podemos hacer que todo salga bien porque eso es imposible. No podemos hacer que algo sea perfecto porque la perfección no existe. Pero podemos alzarnos al viento y dejar que nuestros sentimientos vuelen con nosotros. Dejarlos al descubierto para realmente sentir. 
Sentir y ser feliz.