miércoles, 21 de diciembre de 2011

Improvisemos un guión definitivo.

Escribamos nuestro libro, nuestra vida, en la que cada página haya un contenido sobrenatural de cosas buenas, de obstáculos superados pero no apartados, de sonrisas al vacío y de miradas intensas. 
Escribamos dibujos en el margen en los cuales plasmemos todas nuestras alegrías y que no haya una cara triste. 
Escribamos con un boli para así no poder borrarlo, no poder volver atrás, sino simplemente recordarlo. 
Escribamos monigotes encima de los números de los días para así acordarnos de lo que es disfrutar de la vida día a día. 
Escribamos con faltas para asegurarnos que no será perfecta, que tendremos errores, porque yo no quiero una vida perfecta, me aburriría, que sería de esos días tontos, o de los saltarines, o siquiera de los tristes. 
Escribamos nuestro destino con lápiz para poder borrarlo y borrarlo y borrarlo... hasta que lo vivamos. 
Escribamos cosas sin sentido para poder hilarlas como queramos, vivir nuestra propia vida rodeados de quien más nos importa. 
Escribamos cosas incoherentes para así poder disfrutar de la vida.

martes, 20 de diciembre de 2011

La perfección no existe.



La gente se empeña en pensar que sí, pero la realidad es otra. No existe una persona perfecta, sin ningún tipo de defecto, pues todos tenemos nuestro talón de aquiles y nuestra debilidad. No existe un momento perfecto en el que no encontremos problemas y todo sea de color rosa. No existe un mundo perfecto en el que no estén presentes las injusticias. No existe un día perfecto porque aunque no se quiera siempre hay imprevistos. No existe un mundo perfecto en el que todo sea felicidad. No existen las palabras perfectas para un determinado momento. No existe el sitio perfecto para ninguna acción, y menos para una declaración de amor.
Pero si hay una cosa clara: aun no existiendo las personas perfectas, cada persona tiene a otra hecha a su medida; aunque no existan los momentos perfectos, hay situaciones en las que se te sale el corazón del pecho, se te saltan las lagrimas, ríes sin parar de reir, sonríes sin saber porqué...; aunque no exista un mundo perfecto, hay ocasiones en las que sobraba todo si estás vagando en tu mundo; aunque no exista un día perfecto, siempre habrá un día marcado en el calendario que sobresale; aunque no digamos lo que tenemos que decir, a veces, una sola mirada, una sola imagen, vale más que mil palabras; aunque no exista el sitio perfecto, si la compañía es buena, todo lo demás se olvida.