viernes, 31 de octubre de 2014

Esos momentos en los que vas a estallar

Llevas tanto tiempo reprimiendo sentimientos, sensaciones, simplemente ideas en la cabeza... que llega un día en los que no puedes contenerlos más. Necesitas soltarlo todo y que lo que tenga que venir venga, porque sino te destruyen por dentro. 
A veces simplemente ordenando las ideas puedes llegar tú mismo a una conclusión. Otras necesitas escribirlas en un papel para empezar a ser objetivo o contárselas a la pared para que no pueda contestarte, aunque seguro que te sientes más libre y nadie te va a juzgar. En cambio, otras, necesitas a una persona que te escuche, que esté a tu lado para poder abrazarte, o simplemente para que te dé su opinión sobre el tema.
En los momentos en los que necesitas de otra persona, ya empiezas a depender, pero a veces lo mejor es contarlo todo y así poder apoyarte en alguien de confianza que sabes que va a mirar por tu bien, sin tener que juzgarte y sabiendo que va a estar a tu lado. Esos amigos que no se van nunca, esos que permanecen a tu lado pase lo que pase, que tu vida no sería igual sin ellos ya que han vivido contigo más que muchos momentos. Eso no quiere decir que haya algún amigo algo más especial, porque la base de una relación es la amistad de fondo, ya que sin confianza y sin complicidad no se puede construir nada, aunque lo intentes con todas tus fuerzas.
Gracias a todos los que están ahí, siempre.

sábado, 18 de octubre de 2014

Actualmente el mayor tesoro que se puede encontrar es el tiempo.
El tiempo que dedica cada persona a hacer algo demuestra cuán importante es eso para esa persona.

martes, 14 de octubre de 2014

Las apariencias y el tiempo

El otro día estaba pensando en cómo conocemos a las personas y en lo que luego se convierten. Aquellas personas que desde un principio no te convencen, no te llegan, porque lo que desprenden no es algo de tu agrado; esas personas que con el paso del tiempo, de conversaciones y de conocerse pueden convertirse en tus amigos. En cambio, esas personas, la mayoría de las veces, no son de fiar.
Y me pregunto yo cuál será la apariencia que causo yo, porque para conocer a una persona no solo tienes que ver cómo es por fuera, sino buscar en su interior y encontrar por qué es así y por qué se ha convertido en lo que es.
Y poco a poco gente a la que no considerabas muy cercana a ti te van sorprendiendo y vas descubriendo como son realmente.
Y poco a poco gente que considerabas que estaba a tu lado se va alejando.
Y es así como vas conociendo a nuevas personas y te vas alejando de las que un día estuvieron contigo en todo momento.
Y esas apariencias se van desvaneciendo, como un cristal que se rompe y van cayendo los trozos al suelo uno a uno.

lunes, 13 de octubre de 2014

Érase una vez la historia de un niño y una niña

"El niño se llamaba Siempre y era una persona soñadora, aventurera, que creía que todo lo que veía no era todo lo que había en realidad y que había algún lugar donde las leyendas cobraban sentido. Por contra, estaba Nunca. Nunca era una persona pesimista, una persona realista, una persona que solo se fiaba de aquello que podía comprobar y constatar con sus propios ojos y que no se creía ni historias ni cuentos.
Entonces llegó un día en que Siempre se acercó a Nunca y le dijo que su mayor sueño en la vida era viajar y llegar hasta el Sol. Ella dijo no podrás, si saltas te vas a caer o lo que es peor, si llegas te vas a quemar.
Supongo que ella lo que intentaba era ser la cuerda de globo de los pájaros que tenía en la cabeza Siempre; pero tal era el peso de sus sueños y tantos pájaros tenía en la cabeza que llegó un día en que todos a la vez emprendieron el vuelo y Siempre se perdió en mitad del cielo. Hay quien dice que llegó. Otros que se cayó. Incluso hay quien dice que cumplió su sueño. Pero de todo esto que pasó Nunca, nunca lo supo porque echó raíces en el suelo y es que SI SIEMPRE TE DICES NUNCA, ENTONCES, NUNCA SERÁ SIEMPRE."

Rayden. Nunca será siempre

miércoles, 8 de octubre de 2014

La pareja inseparable

Y el amor le preguntó a la razón por qué no le dejaba ir a su aire, sin tener que pensar todo antes de poder actuar, antes de poder siquiera sentir. A lo que la razón le contesto que él nunca le tenía en cuenta porque siempre se enamoraba de la persona equivocada, siempre sentía antes de poder siquiera pensar en todo ello, en todo lo que conllevaba el poder sentir amistad o amor por una persona que no mereciese la pena, por aquella persona que no le aportaba nada en su vida.
Y esta pareja de dos nunca llegó a un acuerdo, porque para cuando la razón decía que no, el amor ya se había desatado por completo y luego le tocaba a la primera deshacerlo, intentando convencer al amor de su error y volver a recalcularlo todo, empezando de cero, intentando que todos los sentimientos desaparecieran inclusive cuando veía a la otra persona. Lo que no sabían los dos es que todo esto necesitaba de su gran poderoso amigo el tiempo.
También la razón le jugaba malas pasadas al amor, ya que cuando realmente aparecía alguien que merecía la pena, el amor no podía intervenir, ya era por las formalidades sociales o simplemente porque no había lo que tenía que haber.
Y así siguieron a regañadientes hasta que realmente se compenetraron para dejar entrar en su vida a alguien que sí que se merecía la razón y sobre todo el amor. Lo que no saben es que están actuando bajo la acción de algo llamado compenetración.

martes, 7 de octubre de 2014

Días entrecruzados

Se enmarañan los días haciendo que perdamos la noción del tiempo. De repente cambiamos de día, de repente cambiamos de mes, de año, de siglo... y no nos damos cuenta. No nos damos cuenta porque tenemos una rutina en la que nos han englobado y ya no podemos esquivarla.
Y otra vez de día, y otra vez de noche... y así toda la sucesión de días consecutivos. Claro que no todos los días son iguales, sino menudo aburrimiento; pero en todos ellos seguimos una pauta que tenemos marcada desde pequeños sin darnos cuenta.
Y pasan y pasan y el tiempo va cambiando, y las horas que hay de luz también y con ellos se llevan las estaciones y la correspondiente ropa adecuada para cada temperatura anual.
No podemos manejar el tiempo ni saber cuánto dura un simple segundo. Pero tampoco podemos quedarnos parados y ver las manecillas del reloj.
Y esa sensación que tenemos de que llegue un día determinado, un día que será especial, o simplemente porque no queremos vivir los días que se encuentran entre medias del hoy y hasta ese día tan deseado. Esa sensación cuando el tiempo se pasa volando porque estás a gusto, o cuando parece que los minutos son eternos si te estás aburriendo. Todo ellos son percepciones. Pero percepciones que nos hacen agobiarnos cuando queremos hacer un millón de cosas en muy poco tiempo, o nos hacen relajarnos porque hasta que llegue aquel día que parece tan lejos tenemos tiempo. Solo sé que cuando aquel día queda tan lejos de repente sin querer pensarlo se presenta en el mañana.
Supongo que todo esto del tiempo es demasiado complejo para una mente tan simple, pero creo que hacer las cosas a tiempo es algo imprescindible.