lunes, 31 de marzo de 2014

Si vas

Qué triste sería ser como quieren que seas.
Qué triste sería ser como quieren que seas.
Si vas a llorar que sea de la mera alegría
No dejes lugar a la pena ni a la melancolía
Fuera problemas como dudas, deudas o la apatía
Neuras disfruta que na' dura to' la vida
Si vas a morir que sea del gusto no de la envidia
Aunque si vas a matar que sea del susto, no a sangre fría
Si das que sea las gracias o tu brazo a torcer
Ni veneno ni disgustos, a lo sumo garantías
Mira, si vas a echar que sea de menos, en falta,
Una mano al que tropieza y no se levanta
No da esperanza por tierra ni por la borda
Los sueños bastante que nos alcanzan 
Para tirarlos de una barca sin remos
Si tienes que luchar que sea por ellos
Y si vas a perder que sea la vergüenza o tu miedo
De robar que sea un beso, aplauso o el corazón
Y si te van a pegar algo que sea esta canción.
¡Qué menos!

Todos tenemos el poder de elegir
Aunque nos tengan maniatados podemos decidir
Qué triste sería ser como quieren que seas.

Todos tenemos el poder de elegir
Aunque el destino este marcado no lo esta el porvenir
Qué triste sería ser como quieren que seas.

Si vas a dejarme que sea sin habla
Que se me caiga la baba y no pueda articular palabra
Si vas a bailar que sea de todo menos el agua:
Jazz, vals, la dance, o danza
De romper que sea una lanza a favor 
Del que no puede avanzar
Por mover que no te mueva la venganza, el dolor
Que si vas a mirar sea por los de tu alrededor
Ni por encima del hombro ni a tu ombligo, señor
Y vas a pecar que sea de inocente ,
De callar con un beso, de evitar lo evidente
Quejarse de placer y hacer de tripas corazón
Perder la razón porque el corazón a veces se siente en el vientre
Y siempre que vayas a caer que sea en la cuenta
Y cuenta conmigo siempre como un amigo
Amigo, lo que digo, lo que intento decir
Es que quien sea feliz lo sea hasta el último suspiro.

Todos tenemos el poder de elegir
Aunque nos tengan maniatados podemos decidir
Qué triste sería ser como quieren que seas.

Todos tenemos el poder de elegir
Aunque el destino este marcado no lo esta el porvenir
Qué triste sería ser como quieren que seas.


Llámame loco, pero en serio creo que no existen las malas acciones, sino una mala forma de ejecutarlas. Y es que, por qué empeñarse en las modas, en ser como el resto, si el valor, el verdadero valor, es ser individual. Es lo que pienso yo al menos. Y que menos que si vas a ser algo en la vida, que seas especial.


Rayden.

sábado, 22 de marzo de 2014

Y seguimos viendo el Sol, hasta que desaparezca detrás de las nubes

Primer día de primavera.
El cielo de un tono azul brillante, con alguna que otra nube que no interrumpe los rayos del Sol.
El suelo medio caliente y la gente paseando.
Aún llevamos abrigo, ya que hay un airecito frío.
Y aún así brillan las margaritas, en frente del Sol. Iluminan el jardín como si fuese suyo. Solitarias y tan felices.
No saben que el día de mañana será triste, con nubes grises que no dejarán el paso del Sol. Se quedarán cabizbajas pensando en el pasado. Sin agua, solamente queriendo ver ese Sol que tanto las ayuda a crecer.
Y así con el paso de los días tan tristes, comprenderán que no pueden hacer nada, y acaban muriendo.
Y es que en este mundo todo es así; como una auténtica montaña rusa. De arriba a abajo. Aunque siempre cuesta más subir que bajar.Y da rabia.
Da rabia involucrarse tanto en una cosa, para que se desmorone delante de tus narices. A veces, simplemente, no tenemos la culpa de lo que hagan los otros.

sábado, 15 de marzo de 2014

Y así pasan las horas

Y volvemos al tema del tiempo. Es el límite entre la diversión y el agobio. Entre el disfrutar y estar cohibido.
No sé de qué forma pero todos tenemos ese tiempo a nuestra disposición, pero solo unos pocos saben cómo repartirselo, saben cómo vivir.
Los demás estamos esperando a que nos de las horas, a que nos diga: ahora sí. Y eso no es bueno, tenemos que saber que tenemos tiempo para todo, pero solo para todo lo que queremos. Si no queremos una cosa no la vamos a realizar ya que haremos lo posible para que el tiempo no nos favorezca.
No podemos cambiar lo que dura un segundo, pero sí podemos cambiar lo que hacemos en un segundo.
Puede sonar muy filosófico y un poco utópico, pero si se quiere, se puede.
No consiste en ver pasar las horas en el reloj, sino en vivir esas horas. En luchar a contracorriente contra ese segundero y demostrarnos a nosotros mismos lo que queremos y de lo que somos capaces.