sábado, 17 de mayo de 2014

Ilusiones desvanecidas

No construyas nunca un castillo de ilusiones porque se caerá por sí solo. Nunca esperes nada de nadie porque nunca van a cumplir tus expectativas.
Dicen que es mejor sorprendente que desilusionarte. Y la verdad que estoy de acuerdo con esta frase. Creo que confiamos demasiado en las personas y pensamos que los demás van a hacer por nosotros lo que nosotros haríamos por ellos. Y la triste realidad es que esto no se cumple. Lo que tú piensas solamente está en tu mente. Tienes la percepción del mundo desde tu punto de vista, y los demás no alcanzan a ver eso. Por eso tú puedes esperar algo de alguien, que seguramente no lo hará. Te pueden prometer rosas y un futuro: las rosas pueden comprártelas, pero el futuro no puede comprarse, ni saberse, ni escribirse, ni condicionarle. El futuro está en el aire y hay que ir forjándolo en el presente, tal y como repercute el pasado en el presente.
Estamos hechos de nuestros actos. Estamos hechos de experiencias. Estamos hechos de tiempo, porque lo que fuimos, somos; y lo que somos, seremos.
Así que mejor piensa en lo mínimo, y sorpréndete cuando alguien haga algo por ti. No esperes actos de nadie, puesto que cada uno hace lo que le da la gana en este puto mundo; y al final tú acabarás dando todo de ti, mientras los demás se agarran a sí mismos sin tender la mano a nadie. Sin pensar en nadie.

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