sábado, 22 de marzo de 2014

Y seguimos viendo el Sol, hasta que desaparezca detrás de las nubes

Primer día de primavera.
El cielo de un tono azul brillante, con alguna que otra nube que no interrumpe los rayos del Sol.
El suelo medio caliente y la gente paseando.
Aún llevamos abrigo, ya que hay un airecito frío.
Y aún así brillan las margaritas, en frente del Sol. Iluminan el jardín como si fuese suyo. Solitarias y tan felices.
No saben que el día de mañana será triste, con nubes grises que no dejarán el paso del Sol. Se quedarán cabizbajas pensando en el pasado. Sin agua, solamente queriendo ver ese Sol que tanto las ayuda a crecer.
Y así con el paso de los días tan tristes, comprenderán que no pueden hacer nada, y acaban muriendo.
Y es que en este mundo todo es así; como una auténtica montaña rusa. De arriba a abajo. Aunque siempre cuesta más subir que bajar.Y da rabia.
Da rabia involucrarse tanto en una cosa, para que se desmorone delante de tus narices. A veces, simplemente, no tenemos la culpa de lo que hagan los otros.

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